¿Qué es una hipoteca variable?

La hipoteca variable es un préstamo que forma parte de los instrumentos que usan los usuarios para acceder a un inmueble, como por ejemplo, una vivienda. Debido a su utilidad, es común notar a muchas personas solicitar esta clase de financiamiento para garantizar el cumplimiento de un compromiso de compra.

En vista de su importancia, en las próximas líneas te contaremos algunos aspectos relevantes al tema, como qué es, tipos de intereses aplicados y sus principales características.

Hipoteca variable: ¿Qué es?

Una hipoteca variable es aquella en la que debes hacer una aportación monetaria que cambia de acuerdo a un indicador de referencia. Respecto a este último, el más común es el Euríbor (Euro InterBank Offered Rate o Tipo Europeo de Oferta Interbancaria).

Las cuotas a pagar pueden aumentar o disminuir de acuerdo a como lo haga el indicador de referencia usado. Por esto, cada cierto tiempo las entidades financieras suelen modificar el tipo de interés de acuerdo a lo establecido en el contrato.

Importancia de un préstamo hipotecario variable

Con ayuda de este tipo de préstamos se puede gravar un bien con el objetivo de que cumplas con tus obligaciones de pago. Eso sí, al solicitar este tipo de préstamos vas a ofrecer como garantía el inmueble a comprar.

Es importante entender que quien recibe el dinero adquiere la obligación, gracias a la firma de un contrato, a devolver el 100% del préstamo sumado a una tasa de interés. Todo esto se hace en un plazo de tiempo establecido.

En caso de que no cumplas con tus responsabilidades contractuales, el acreedor, quien suele ser una entidad financiera, podrá realizar una ejecución hipotecaria; es decir, cobrará su deuda mediante el seguimiento de lo establecido en el contrato como garantía. Esto solo se aplicará para los impagos de tres o más cuotas.

Intereses de una hipoteca variable

Intereses de una hipoteca variable

Existen dos tipos de interés que se aplican a estos instrumentos financieros de esta clase, y estos son los siguientes:

TAE. Se refiere a la “Tasa Anual Equivalente” y es el valor real a pagar por el monto prestado.
TIN. Se refiere al “Tipo de Interés Nominal” y es un tanto por ciento invariable que debes pagar en forma de cuotas y que se aplica al monto prestado.
Como puedes ver, cada tipo de interés te dará como resultado un valor que te ayudará a determinar lo que vas a pagar por el dinero prestado. Eso sí, cada uno tiene condiciones distintas.

Aspectos claves de una hipoteca con interés ajustable

Existen algunas características que forman parte de los préstamos hipotecarios de esta clase. Las más destacadas son las siguientes:

  • Establecimiento de un tipo de interés donde se combina un tanto por ciento fijo y otro que fluctúa.
  • Actualización, cada cierto tiempo, del tipo de interés a pagar.
  • Ofrecimiento de comisiones más bajas comparadas con las de un préstamo con tasa fija.
  • Modificación del importe de la cuota en el periodo determinado en el contrato.
  • Posibilidad de establecer cuotas más bajas gracias a los límites establecidos para pagar.

Además de esto, las hipotecas de este tipo están especialmente pensadas para plazos largos, como los establecidos en un periodo máximo de 30 años; aunque, algunas veces, puede llegar hasta los 35 o 40.

En resumen, ahora que ya conoces más sobre una hipoteca de esta clase y si quieres adquirir este compromiso para comprar un inmueble, lo mejor es que busques asesoramiento oportuno de la mano de un abogado. De esta manera, evitarás algunos problemas que pueden ocasionar impagos o invalidación de las disposiciones del contrato.

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